domingo, 12 de febrero de 2017

Lectura de poemas con Eladio Méndez. Galería de fotos

viernes, 10 de febrero de 2017











Empezar la mañana con poesía es un regalo para los oídos. El poeta emeritense Eladio Méndez ha visitado nuestra Biblioteca hoy gracias a la invitación que un día le hizo nuestra querida alumna Ana I. Franco. Ella ha sido la propiciadora de la deliciosa hora que hemos pasado en compañía de Eladio. El autor de La memoria encendida ha compartido sus versos y sus anécdotas con nuestro alumnado de 1º de Bachillerato, que ha sido muy receptivo a las palabras del poeta y de los compañeros, Javier Velis, Andrés Leo y la propia Ana, que nos han regalado sus poemas preferidos. Gracias a todos por este momento. Te esperamos de nuevo por aquí, Eladio. Y, Ana, volverás a organizarlo. Seguro.

martes, 27 de diciembre de 2016

SOÑÉ




Soñé con el abuelo paterno
del poeta Eladio Méndez.
Se llama Tomás
y está preso
en el campo
de concentración
de Castuera,
en Badajoz,
pero eso da igual
porque podría estar en Mérida
o en el Puerto de Santa María
o en Valladolid
o en Córdoba
o en Alicante
o en cualquiera otra
de las miles de prisiones
que brotaron como setas venenosas
en la España herrumbrosa
de la  posguerra.
También están presos
sus tres hijos mayores.
Tiene más de cincuenta años
y está muerto de hambre
y tiene frío y poca ropa
y tiene muchos piojos
y anhela a su mujer
y quiere ver a su hijo pequeño
que no está preso
probablemente
porque no es más que un niño.
Pero no volverá a verlo
porque Tomás morirá en la cárcel 
y en su partida de defunción
sólo pondrá “muerte natural”
aunque no hace falta ser muy listo
para saber lo que eso significa
en la dictadura franquista
y justo después de su muerte
la familia recibirá
un documento oficial
en el que se puede leer
que Tomás es “inocente”
de todos los cargos
que se le imputan.
Y mi sueño se apaga
con estos versos
del poeta Eladio Méndez:
Abuelo,
yo me quedé sin la ternura
de poder sentarme sobre tus rodillas…


Rafael Calero

domingo, 30 de octubre de 2016

ETAPAS

Alguien dijo en alguna ocasión que cuando uno habla más de los recuerdos que de los proyectos comienza a envejecer. Y no debe de ser cierto. Me remito al libro de poemas “Etapas” que mi  amigo el poeta Manuel González ha escrito y publicado en la Editorial Renacimiento. 2016.

















En él hace un recorrido por los diferentes momentos que marcaron en cierta medida esas etapas decisivas de su vida, y digo que no debe de ser cierto el dicho, puesto que Manuel es una fuente inagotable de proyectos.

He disfrutado este último sábado leyendo la poesía que encierra este “Etapas”, lecturas que me han trasladado en ocasiones a la niñez, recordando algunos episodios que ya tenía depositados en el anaquel del olvido, me ha hecho recordar los primeros besos, los primeros escarceos
con la sexualidad y alguna que otra reflexión de aquella incipiente madurez ya cada vez más lejana. En fin que este libro ha servido además de para disfrutar de la poesía, para poner un poco en orden los recuerdos y eso siempre es de agradecer.

Hace el autor un recorrido por la memoria y, a través de los poemas impresos en este metafórico dietario, nos rememora los episodios que a buen seguro marcaron su niñez, forjaron su juventud y curtieron su madurez.
En el primer poema del libro “Gafas” nos revela con nitidez la triste infancia que le tocó vivir.
A los once años
me llevaron al oftalmólogo. 
El diagnóstico, sencillo.
Vista cansada.
No me extraña.
A esa edad
había visto demasiado.

A pesar del ambiente belicoso en el que el poeta tuvo que desenvolverse durante toda su infancia, son mínimas las referencias que hace a la violencia en forma de palabras, como si quisiese dejar constancia de lo vivido, pero con la decidida intención de que ello no sea una rémora en su vida; sólo una vez en el libro menciona la palabra pistolas, lo hace en el poema “Miedo”, pag. 19. Y, ni el título ni la palabra pistolas están elegidos al azar. Leyendo el poema podemos observar lo lúgubre del mismo
“… los antiguos idiomas salían del mar,
volvía a coser las flores,
y llamar infancia al cuarto del fondo
donde se guardaban las pistolas”.

y con la elección de las pistolas como última palabra del poema, pareciera querer remarcar el temor que suscitaba en el niño aquella situación en la que vivía, por otro lado nada pedagógica. Los cuarteles no son lugar para la infancia.

También menciona en una sola ocasión, las palabras: fusiles y armas, en los poemas:
 Niño pag. 21,
…La otra cara de la hierba húmeda
Eran fusiles en alto…
Y,
 “Pantalones cortos” : pag. 23
…Llegamos juntos desde una guerra triste.
Las armas nos dejaron sin libros…



Un poema afligido este “Pantalones cortos”, el niño toma conciencia de la represión que se vive en su entorno y es consciente de que el que el único sentimiento de libertad lo percibe a la hora de abandonar el claustro en el que reside para asistir a la escuela.

Las otras referencias que el poeta hace al militarismo en este poemario son: “Uniforme” dos veces, pag. 17 y 19 y bandera, mencionada en tres ocasiones, pag. 17, 39, 47, aunque únicamente en el poema “A oscuras”, pag. 17,  menciona  bandera con carácter belicoso:

…detrás del humo de los cigarros.
 En las banderas de guerra. 
que ondeaban en casa.


En el poema “Sueños” pag. 39, nos ofrece una bandera para la paz:

…Soldados de plomo valientes
Para izar banderas blancas…

En el poema “Refugio” pag. 47. La bandera es de amor. Bello poema de esperanza y ternura.

…Esa es la razón de los mediodías.
hago bandera en la camiseta
que llevas puesta…

La palabra “guerra” es también mencionada en tres ocasiones, en las pag. 17,  26, 35.

En la segunda y tercera parte del libro logra el autor con los poemas cortos arrancarnos una sonrisa a veces y siempre hacernos reflexionar. Tienen su intríngulis entre otros:
Así, pag. 52.

Quererte así,
sin más.
Sin planes de vuelo.

Un día de estos, pag. 53.
 Un día de estos
voy a comerme ese país
que empieza en tu boca,
y a ver
qué hacemos luego.

“Herida” pag. 67.

Mi herida se cerró.
Nunca estuvo hecha de puntos suspensivos.

 “Frente al mar” pag. 68.
De las palabras frente al mar
nadie puede defenderse.

Nos muestra el poeta de modo subliminar la tristeza de las experiencias vividas, menciona la lluvia portadora de melancolía a lo largo de la obra en siete ocasiones, el invierno como introversión o recogimiento en cinco y nos señala el indeleble deseo de libertad en nueve ocasiones con la palabra mar.

Esa libertad que por fin consigue y que nos desvela en el poema “Tabla de salvación”
Pasaron los tiempos
de poner todo contra la pared.

…Tu conjuro tenía la misma edad
de mi primera mañana,

…Todo lo interminable
volvió a sus cuarteles de invierno.

…En esa boca con vistas al mar,
los besos guardaban el sabor
de quien baila sintiéndose libre.


No es Manuel un poeta que guste del barroquismo, de palabras rebuscadas u oscuras para dar cierto halo enigmático a su poesía, sino más bien todo lo contrario, su voz es transparente, cálida, cercana y reflexiva, con todo ello consigue hacer que sintamos como nuestros sus poemas, esos poemas que a todos en algún momento nos hubiera gustado escribir.

Nos enternece esa cercanía con que el poeta consigue involucrarnos en su obra.
  
En cuanto al mensaje poético que encierra este “Etapas”,  Manuel, nos invita a descubrirlo a bordo del tren de la meditación, ese tren que va sin prisas, parando en todas las estaciones (poemas) para disfrutar de la genuina cualidad que cada verso encierra.

Querido Manuel, gracias por este “Etapas” que nos transporta a épocas que de algún que otro modo, unos  hemos disfrutado y otros padecido.


Eladio Méndez.


Mérida octubre de 2106.




martes, 25 de octubre de 2016

“40 AÑOS DE POESÍA” de José Mª del Álamo

El sábado 22 de octubre tuvo lugar en la Biblioteca Nacional “Jesús Delgado Valhondo” de Mérida, dentro del marco de la tertulia de “Gallos Quiebran Albores”, la presentación del libro de José Mª del Álamo: “40 AÑOS DE POESÍA”

Conocí hace ya algunos años a José Mª del Álamo. Fue a raíz de entrar yo a formar parte de la tertulia literaria a la que él  pertenecía y que más tarde pasó a llamarse: “Gallos Quiebran Albores”. Esta tertulia, aparte de otras muchas satisfacciones, me brindó la oportunidad de conocer a José Mª.

Es José Mª del Álamo una persona de alma sencilla y noble, enormemente sensible. Lo que más me llamó la  atención de su personalidad fue la fuerza con la que defiende su independencia, la libertad a la hora de expresar sus ideas. Es contra  la injusticia social, con sus múltiples aristas, contra la que con más ahínco se rebela; de ahí que una parte muy importante de su poesía se centre en este tema. Dentro del dolor de los demás, es el relativo a los niños el que José Mª sufre con especial intensidad. No en vano, declara en un manifiesto sobre su poesía publicado en el número uno de la Colección Emérita de Poesía: “Nada que piense, que diga o que escriba, podrá igualar en magnitud el sentido principal de mi existencia: mis dos hijas y mi hijo. Ellos me dan fuerza en la lucha cotidiana...”. Dice también en esta mismo manifiesto: “Para mí la POESÍA es un desahogo de la mente: estallaría sin ella; no me imagino mi existencia sin la poesía...todo habría sido distinto.”

Cuando escribe poemas sobre los niños, suele utilizar versos cortos (heptasílabos u octosílabos), a modo de romances tiernos, ágiles que, sin embargo, encierran un denso contenido de tristeza: “La sangre de los niños/ no entiende de batallas,/ ni de falsas palabras/ de paz que nunca llega.” (Del poema “Basta ya de verdugos”) 
El horror que la guerra despierta en él le sugiere imágenes de una gran fuerza lírica: “El corazón de la guerra/ lleva una cobra anidada/ que muerde con su veneno/ a la mano desarmada.”
Gran admirador de Manuel Pacheco, le ha dedicado numeroso poemas, entre los que, a mi parecer, destaca el titulado “A Manuel Pacheco (en memoria)”, por el número de acertadas y sorprendentes metáforas con las que define al gran poeta fallecido: “Tu cabeza es un océano/ donde naufragan veleros:/ En el fondo los tesoros/ fértiles del pensamiento...Tu cuerpo enjuto, caballo/ que galopa contra el viento:/ ¡Con crines de libertad/ cabalga tu piel de pueblo..!”

De que para José Mª del Álamo la poesía ha de ser un instrumento al servicio de la verdad y de la esperanza, dan muestra los poemas en los que habla al Poeta: “¿Sabes que mi poesía/ ha roto redes/ y escala como hiedra/ por las paredes?” (Del poema “Canción”) “El poeta/ araña con sus dedos/ los cristales del alma,/ descorre los visillos/ de los cerrados ojos/ y empuja con su fuerza/ la verdad contenida.” (De un poema sin título). “¡Ay, qué sería del mundo/ sin los poetas que claman/ en el desierto del miedo/ sin importarles las balas...!” (Del poema “Poetas”, uno de cuyos versos “cometas de luna blanca”, dio título al libro de poema número cuatro de la Colección Emérita de Poesía).

Pero no todos los poemas de este autor giran en torno a la denuncia social. Su espíritu burlón, le lleva a escribir versos que buscan provocar el asombro y la risa; es como si necesitase asomarse y llevarnos con él de vez en cuando a una contemplación menos triste de la vida; como si se concediese en esos desenfadados versos  un merecido descanso; como en el “Poema en azul y gris”, en el que, tras describir una tarde de lluvia con tintes románticos, acaba diciendo:”(No sé por qué escribo todo esto;/ pero queda bonito...)”.

En la poesía amorosa utiliza también con frecuencia el verso de arte menor, las estrofas breves y nos conduce al interior del poema con un ritmo ágil y delicado que nos envuelve: “Si es mágica la luz/ Y las caricias,/ La brisa, la sonrisa,/ Las miradas...¿Dime, amor, por qué/ No es mágico este día?/ ¿Dime por qué no vuelve/ A ser la noche mágica?”
“Balancearé tu nombre/ entre mis labios/ (sílaba a sílaba,/ igual que un balbuceo),”
“Imagíname soñando, /descorriendo tu risa,/ asido a tu mirada,/ enredado en tu pelo.” (Del poema “Adivíname”).
Especialmente hermoso me resulta su “Antisoneto para llamarte amor” del que destaco los tercetos: “Tu nombre se desliza entre mis dedos,/cuando sueño tu piel y tu mirada./ Déjame que te sueñe en mis desvelos./ Imprímeme tu nombre entre los labios./ Quiero pintar con besos los recuerdos/ que aún me quedan de ti como grabados.”

Rebelde por naturaleza, se niega, dice, a retocar sus versos; pues opina que son como hijos a los que hay que aceptar tal y como vienen al mundo. Original, sin duda, este punto de vista, que nos acerca a una persona a la que merece la pena  conocer y a un poeta que aún tiene mucho por decir.

Texto de  Ana Mª Castillo Moreno.


 Fotos de Eladio Méndez.

sábado, 24 de septiembre de 2016

GALLOS QUIEBRAN ALBORES



Por fin ha llegado la primera tertulia de Gallos Quiebran Albores de la temporada 2016 / 2017, llegamos con nuevos bríos e ilusiones renovadas y con alguna sorpresa, se reincorporó Francisco Rangel después de varias tertulias  ausente, bienvenido Paco si vienes para sumar como es el deseo de todos los miembros de la tertulia.




En este primer encuentro hemos puesto las bases de lo que esperamos sea un impulso para que el camino hacia el XXV aniversario de esta asociación (ya a la vuelta de la esquina) sea enriquecedor y logre sumar nuevos tertulianos.








La tertulia de hoy la hemos dedicado a leer poemas de algunos autores Extremeños, ha sido muy interesante observar cómo nos sorprendían gratamente la mayoría de los poemas que se han leído. Uno de los acuerdos a los que hemos llegado es precisamente el de dar preferencia a esta faceta.










Si te apetece aportar ideas, participar de las nuestras o simplemente ir a escuchar poesía, no dudes en pasarte por la biblioteca Jesús Delgado Valhondo los días de tertulias, serás bienvenida/do, próximamente informaremos con un calendario de las fechas asignadas a las tertulias, ven, anímate y disfruta de la poesía.


LA GALLA CIENCIA


martes, 20 de septiembre de 2016

La memoria encendida de Eladio Méndez

Tuve la suerte de coincidir con Eladio Méndez, nacido en Castuera y emeritense de adopción, en el número 7 de una deliciosa colección de poesía de la Editora Regional de Extremadura dirigida por el maestro Antonio Gómez, denominada 3 x 3. Desde entonces hemos coincidido en no pocas ocasiones, compartiendo versos al calor de amigos comunes. En una de esas recientes ocasiones, quedó en enviarme su último libro, "La memoria encendida", que he terminado de leer hace muy poco.
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Eladio Méndez en Voces del Extremo.
    
El poemario de Eladio Méndez, publicado por Amargord, ofrece una realidad de manos abiertas, honesta y necesaria, para pellizcar la conciencia dormida de una sociedad que a veces pierde los puntos de referencia. Distingo dos tipos de poemas en el libro de Eladio: por un lado aquellos en los que, haciendo un ejercicio de memoria, el autor trae al presente los episodios vividos no hace tantos años -con una guerra, una postguerra y una terrible represión que deja las heridas abiertas-, incluyendo un álbum familiar en el que la experiencia se torna casi en primera persona y por otro lado, un grupo de poemas en los que nos muestra un panorama del presente, una fotografía de lo que está sucediendo en este momento en el que los derechos sociales, que con tanta lucha y sangre se han conseguido, caen con la fragilidad de un castillo de naipes. Podemos considerar entonces, sin miedo a equivocarnos, la poesía de Eladio Méndez dentro de la corriente de "la poesía de la conciencia". "Cuándo, compañeros, / cuándo seremos nosotros / los escultores de la historia", reclama Eladio en el poema titulado "El fracaso de la inmensa minoría".
   
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El libro contiene algunos poemas conmovedores, ante los que no es posible permanecer indiferente, como es el caso de "Niño soldado", "Muerte en el estrecho" o "Dicen". De este último poema transcribo un par de versos que son como un latigazo en la cara de mármol de la impasividad: "los niños pobres de Brasil / valen lo que cuesta una bala". Y así, el poeta hace suya la cita de Gabriel Celaya: "Maldigo la poesía de quien no toma partido / hasta mancharse", porque Eladio se mancha, y de qué manera, para defender con la palabra la justicia verdadera, aquella que nos dicta el sentido común. "Mis manos están para ofrecerse, / para marchar junto a otras manos / al encuentro del trigo y la justicia..." dice Eladio en su poema "Robinson Crusoe".

No faltan en el poemario la ironía y el humor, como en las piezas "Abominar", "La ley de la gravedad", "Reír" o "Sello de Correos" que finaliza con un :"Que rule, que rule la cabeza" digno de cualquier revolución. El poema "Masoquismo", que merece ser mencionado, está también en esta línea de ironía y crítica en la que se mueve como pez en el agua la poesía de Eladio Méndez.

El libro está prologado acertadamente por Manuel González y contiene un epílogo de Antonio Orihuela, otro reconocido poeta de la conciencia, bajo el título de "La casa encendida de Eladio Méndez". Dice Orihuela en este epílogo: "La memoria es la casa del poeta Eladio Méndez".

 Finalizo esta reseña con unos versos del propio Eladio en su poema "Sueños", versos que, como una tabla en mitad de una tempestad, ofrecen la esperanza a la que agarrarse con todas las fuerzas: "Aunque ellos lo ignoran / soñar es el principio".
 Victor Manuel Jiménez Andrada  


RESEÑAS SOBRE VOCES DEL EXTREMO POR FERRAN AISA



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FERRAN AISA




Una vez más se ha celebrado en Moguer (Huelva) el Encuentro poético Voces del Extremo, este año bajo el lema: “Poesía hispanoamericana”. Del 27 al 30 de julio las calles de Moguer se llenaron de poetas, amigos y acompañantes llegados de todos los puntos de la península ibérica y otros lugares como Francia, Inglaterra o México. Durante cuatro días la poesía reinó en los lugares habituales de las lecturas de Voces del Extremo: Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez, Casa Natal Juan Ramón Jiménez y Peña del Cante Jondo; pero este año había la novedad de los recitales en la Plaza de las Monjas. No faltaron los típicos corros poéticos matinales por las calles del pueblo. También hubo concierto a lo grande de Paco Contreras “Niño de Elche” en el Castillo de Moguer, dentro del ciclo “Luna de Verano” organizado por el Ayuntamiento de Moguer. El Niño de Elche con su estilo tan peculiar cantó canciones de su disco Voces del Extremo. No faltaron los recitales de la tarde y noche del último día de los Encuentros en la Casa Grande de Ayamonte y la Fiesta de la Crecida de la Poesía en la Casa de las Retamas de la Isla Canela con Eladio Orta anfitrión. .En este final de fiesta de los encuentros se
presentó el libro Naturalezas vivas del cacereño Juan Gabriel Jiménez
También este año hubo conferencias poéticas como la de Uberto Stabile sobre la poesía de la ternura, la de Carmen Tobes que presentó la acción poética de versos con alas o la de Alejandro Ruiz Morillas elaborando una poesía para pensar juntos.
El miércoles 27 por la tarde se inauguraban los Encuentros con la intervención de la Concejala de Cultura de Moguer, el director de la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez y el coordinador del evento Antonio Orihuela. Los actos se iniciaron con la presentación de la exposición “¡Qué viva México!” y a continuación arrancó el evento con la lectura del poeta Javier Cartago y de la poeta Bárbara Grande, el primero leyó poemas de su libro Trégua, y la joven poeta deleitó a los presentes con sus canciones acompañada de su guitarra. Una vez iniciadas las lecturas ya todo fue una maratón de poetas, poesías, versos libres, versos rimados, versos sincopados, versos de combate y versos de sentimiento. Los poetas de Voces del Extremo, los poetas de conciencia crítica, los poetas de las barricadas de palabras, los poetas iniciaron la batalla del verso. 

Los poetas se dedicaron a compartir ilusiones y esperanzas y abrir caminos utópicos en la oscuridad de nuestro tiempo. Poetas de ambos sexos abiertos a la solidaria amistad de compañeros dispuestos a convertirse en recitadores o en escuchantes. A más este año había el aliciente de participar en un documental dedicado al Niño de Elche que estaba grabando Marc Sempere, el cual filmó a la mayoría de los participantes en el evento. La noche del jueves 28 de julio Manuel Batista, acompañado a la guitarra por su hijo Joaquín, nos ilustró sobre el fandango de Huelva
En este año 2016 muchas novedades, muchos poetas jóvenes y muchos poetas que acudían por primera vez al evento como Jesús Albarrán Ligero, que nos cantó Bob Dylan; Emilio Pedro Gómez, Juan Justo López, Tirso Priscilo Vallencillos, Juan Leyva, Concha García, Carlos Reyman Güera, Juan Gabriel Jiménez, Miguel Martínez López, Peter Robinson, Antonio Revert, Manuel González, Pedro Pablo Riobo, Cristian Esteban Martín, Lupita Pérez, Carmen Maroto, etc. Y autores ya clásicos de los Encuentros de Moguer: Antonio Orihuela, Begoña Abad, Juan Calle, María Ángeles Pérez López, Montserrat Villar, Bernardo Santos, Eladio Méndez, Rafael Calero, Uberto Stabile, Vicent Camps, Pablo Müller, David Trashumante, Manuelle Parra, Daniel Macías Díaz, Mohabed Abid, Carmen Herrera, Iosu Moracho, Juan Cruz, Javier Cartago, Imma Mañez Albert, Santiago Aguaded, Ángel Calle, Antonio Gómez, Javier Dámaso, Eva Baz, Ferran Aisa… A bote pronto recuerdo nombres ausentes este año en el Encuentro: Matías Escalera, Ana Pérez Cañamares, Inma Luna, Antonio Crespo Massiu, David Castillo, Paco Gómez Nadal, Luis Vea, Enrique Falcón, Felipe Zapico, Ferran Fernández, Biel Vila, Iván Rafael, Javier GM, Los Bio-Lentos y, entre otros, Fernando Barbero.

No faltaba en el patio de la Fundación el tenderete de Chema de la Quintana con sus novedades de la editorial Amargord, cada año con mejores ediciones y con gran cantidad de autores editados de Voces del Extremo. Algunas de las novedades de Amargord fueron presentados en la Fundación JRJ como la antología de Santiago Aguaded, Alquimia de la sal y el coordinado y prologado por Antonio Orihuela El ojo no visto del mundo de Juan Ramón Jiménez. Tampoco faltó a su cita anual el shoman-cantante José Carascura con Mhija (esta vez se dejó la suegra en casa y nos quedamos sin oír recitar sus versos en catalán). Dentro de los actos tuvimos ocasión de ver un burrito llamado “Poeta” paseando por el patio de la Fundación JRJ, emulando a Platero, cuyo libro podíamos conseguir tras poner diversos sellos en un carnet. La tarde se había iniciado con la conferencia de Pascual Rovira, "Hacia una república animalista anarcopoética.
El sábado por la tarde, los que no nos fuimos a Ayamonte, tuvimos triple sesión poética, primero lectura de versos en la Casa Natal JRJ de tres mujeres poetas: M. Ángeles Pérez López (Salamanca), Concha García (Barcelona) y Manuelle Parra (Barcelona); luego en la plaza de las Monjas diversos poetas deleitaron el atardecer de Moguer, el sevillano Bernardo Santos, la gallega Montserrat Villar, el moguereño Daniel Macías y el marroquí de Larache Mohamed Abid; y el perfomance a lo tarzán, pero sin taparrabos, de David Sarrión Galdón que leyó un poema colgado desde un árbol. Finalmente, el concierto de los artistas mexicanos Delma Cecilia (soprano) y Juan Marcelino (poeta), que dedicaron su acto artístico-poético a las mujeres mexicanas. Por la noche continuó la fiesta en la Isla Canela y en la propia Moguer, donde después de la cena y las copas Mei Vidal nos cantó una coplilla andaluza plena plaza del Marqués delante de la estatua de su paisana Zenobia Camprubí, la mujer de Juan Ramón Jiménez.

De Moguer me he traído unos cuántos libros que he ido leyendo este verano, regalo de compañeros poetas o del entusiasta editor Chema; y de ellos extraigo unos comentarios y unos versos que comparto con vosotros.

Antonio Orihuela (Moguer, 1965) es el coordinador desde 1999 de los Encuentros Poéticos Voces del Extremo, acto que se organiza conjuntamente con la Fundación Zenobia Juan Ramón Jiménez en Moguer (Huelva). Orihuela es Doctor en Historia por la Universidad de Sevilla. Poeta, ensayista e historiador. Su obra abarca todas estas materias. Ha participado en numerosas antologías poéticas y otro tanto de poemarios. Sus libros más recientes (entre comillas) sonPalos (la linterna sorda, 2016), El amor en los tiempos del cólera (Amargord, 2014) y Salirse de la fila (Amargord, 2015).

Antonio Orihuela es actualmente el poeta más representativo de la llamada poesía de la consciencia crítica. Un poeta que también podría considerarse un cronista de su tiempo a la manera de Bob Dylan. Un poeta que con sus escritos deja testimonio del mundo en que vive. Un poeta que con sus versos hace reflexionar. Un poeta, en el decir de Salvat-Papasseit, en mayúscula. A continuación, tres poemas de Orihuela de los dos últimos libros citados.



“Opinión púdica” de El amor en los tiempos del despido libre.

En Ucrania, héroes.

En Gamonal, terroristas.



“Como niños” de Salirse de la fila.

Los trabajadores de hoy

creen que los derechos

los trajeron los Reyes Magos.

Fueron tus abuelos,

fueron tus abuelos, les digo.

Entonces bajan la cabeza, incómodos,

se palpan la cartera en el bolsillo,

y se van junto al árbol de navidad

esperando no encontrar entre los regalos:

confianza de mercados,

racionalización de costes,

flexibilidad laboral,

despido improcedente.



Sistema de clase del Titanic” de Salirse de la fila.

Cuando el capitalismo nos dices;

¡Sálvese quien pueda!,

en realidad nos está diciendo

que el salvamento se hará

según el importe del billete

y el espacio disponible.



Javier Cartago (Valladolid), Ha participado en diversos encuentros poéticos, forma parte del Ágora de Poesía de León, ha publicado sus versos en la revista Palavras contra el balium’10 y coordina la página de poesía Café de Versos. Javier Cartago es miembro de CIÑE (Círculo Independiente de Escritores).

Javier Cartago, Tregua. Prólogo: Ramiro Pinto. Ilustraciones: Juan Carlos Mestre. Edita Lápiz Cero Ediciones, Madrid, 2016. Páginas: 97.

La poesía de Javier Cartago tiene un sentido íntimo pero cercano, su voz tenue nos llega como un susurro, como una ligera brisa que nos trae una armoniosa sensación de bienestar. Dice Ramiro Pinto en el prólogo: “Una poesía que mana del interior complejo de un poeta capaz de convertir su experiencia biográfica en sensaciones puras y, por lo tanto, colectivas, a la vez que rezuma compromiso con el mundo…”



“Palabras puñal”

Necesitamos palabras como puñales

para atravesar la esperanza,

para huir de la rutina,

para abrir los ojos.

Rasgar la cortina del tiempo,

espesa capa de tela,

que apenas nada nos deja ver.

Necesitamos palabras que abran la mente

y resquebrajen las dudas

que lleven el alma más allá de todos los horizontes.

No somos más que barro

pero eternos

si somos de arcilla y verbo.



“Tregua de amor”

Cuando nos falte un abrazo

dame una tregua en los ojos.

Cuando nos falten los besos

dame una tregua en el alma.

Pero cuando nos falte amor

no me des nada.

Róbame mi tregua,

mis ojos,

mis besos,

 mi alma.

Sin amor,

quítame todo.



Eladio Méndez (Castuera-Badajoz, 1957), se dedica al arte poético desde los años ochenta publicando sus primeros versos en 1989 en la revista Babel. Ha participado en numerosos actos poéticos y sus poemas han sido publicados en ediciones colectivas de Voces del Extremo, o el libro Perro sin dueño en el suplemento cultural Árrago del diario HOY. En solitario ha publicado un micropoemario dentro de la colección 3x3 de la Editora Regional de Extremadura y el poemario Arrullos. Eladio Méndez, La memoria encendida. Prólogo: Manuel González; epílogo: Antonio Orihuela. Edita: Amargord, Madrid, 2016. Páginas: 94.

Eladio Méndez es un poeta inquieto y comprometido marcado por la realidad y declinado hacia la poesía social. Escribe Manuel González en el prólogo: “En su humildad quiero cobijar mi humildad. Me desprendo de ropajes para leer una y otra vez este libro de poemas, esta obra con mayúscula.” Y en el epílogo Antonio Orihuela, escribe: “Leo en la memoria honda de Eladio Méndez y encuentro su hombro compasivo, su abrazo compañero con sabor a 15-M y 25 de abril, su confianza en el pueblo, en los iguales, para escapar a nuestra actual postración.”



“Fe de erratas”

Donde dice:

Compañera,

deseo crear con mis gestos

orquídeas de rebeldía,

barricadas de jazmines.

Esencias del quince eme

y el veinticinco de abril.

Debería decir:

Compañero,

lancemos con vehemencia

una descarga de mierda bien servida

contra el rostro de todos los políticos

hijosputamentecorrectos.



“Un país enfermo”

Dice el gobierno

que a pesar de las últimas protestas

el ejecutivo continuará adelante

con sus proyectos de reformas,

que las fuerzas armadas

y de seguridad del estado

garantizarán que el país

permanezca estable.

Estable.

Sí,

pero dentro de la extrema gravedad.



Eladio Orta (Isla Canela, Huelva, 1957). Es autor de diversos libros de poemas: Vacío tácito (Diputación de Málaga, 2007), Antisonetos (Baile al Sol, 2008), Traductor del médium (Ediciones Idea, 2008), Tierrafirmista (Cacúa Editorial, 2010), Cangrejo violinista (Germania, 2011), Ridiculum Vitae (Amargord, 2014), Ahínco (Amargord, 2015), De garzas y otros pájaros (Editorial Niebla, 2015). Y el libro de narrativa, La isla de las retamas (Baile al sol, 2013).

Eladio Orta, 45 poemas tontos y ocho latigazos. Prólogo: Daniel Bellón. Edita: Amargord (Madrid, 2016). Páginas. 185.

Eladio Orta es uno de los poetas ya clásicos de Voces del Extremo, un poeta marcado por el compromiso social con mucho humor y sátira, pero sobre todo por una visión literaria de realismo mágico. Daniel Bellón en su prólogo escribe: “Eladio Orta es un poeta periférico. Cuando le aplico este adjetivo no me refiero solo a su posición geográfica, ahí en su isla Canela, sino especialmente respecto de los discursos y actitudes de las distintas oficialidades poéticas que pelean por los escasos espacios y fondos públicos que se dedican a la poesía. Lleva mucho tiempo haciendo la guerra por su cuenta, y el humos, ácido y afilado, es una de sus armas. Así que resulta difícil que encuentren sus poemas y sus antipoemas en la variedad de antologías que cada tanto se publican.”



“Poemas tontos”

“3”

No le pidan a un poeta

que haga planes

de futuro.



8

No hay bandera más bella

que la pluma de los pájaros.



“ y 1 he nacido abajo”

he nacido abajo

entre laberintos de caños y

enjambres de tuneras

abrazando un río

en un punto curvo

en el mapa

el sur

tiene corazón de retamas

arena en las sandalias

salitre en los huesos

paquetería en las venas

tiene piratas con corbata

poetas en veda

alcaldes en dificultades y

un polígono industrial del sexo.



Conrado Santamaría (Haro, La Rioja, 1962), licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca. Actualmente reside en Burgos y trabaja como profesor de instituto. Es uno de los habituales poetas participantes en los Encuentros Voces del Extremo de Moguer. Ha publicado los libros Cancionero de escombros con hoguera (Trabuco ediciones, 2014) y La noche ardida (Viento sur. 2012). También ha participado en diversas antologías poéticas de Voces del Extremo.

De su libro Cancionero de escombros con hoguera dice Antonio Orihuela en su prólogo: “No es común, en nuestros días, encontrar libros de poemas que reivindiquen la vieja tradición hispánica del cancionero, y más raro todavía que estas canciones traigan en ellas una invitación a tomar conciencia de los mil dolores del mundo.”

Conrado Santamaría, De vivos es nuestro juego. Prólogo: José Antonio Cerdán Méndez. Edita: Ruleta Rusa (Madrid, 2015). Páginas: 96.

Conrado Santamaría es un poeta de palabra sobria y verso comprometido. El prologuista de su libro José Antonio Cerdán Méndez, dice: “Ya no hay cantares de gesta. Y si no hay lírica ni épica, ¿qué queda? Pues queda la poesía. La poesía necesaria. La poesía verdad. La que escribe Conrado Santamaría y reúne en un libro como De vivos en nuestro juego. (…) La poesía de Conrado Santamaría nos devuelve el valor y nos convoca a la lucha. Y nos entrega las armas necesarias, que no son otras que las palabras. Las palabras vivas de este libro imprescindible.”



“Poética”

No llames y abre

la cancela del miedo,

hasta darte alcance.



“Somos”

Somos

los que profieren la blasfemia

en el silencio perfumado del templo

a la hora tozuda del crepúsculo.

Somos

los que no se descubren la cabeza

ni hincan la rodilla al pie de las escalinatas

temblorosas de la mañana.

Somos

los que ni piden compasión y si piden cuentas,

la piedra del escándalo

en medio del camino ancho y recto que atraviesa

la llanura sin horizonte.

Somos

los que vuelven y se plantan, y miran a los ojos

mientras con el pie trazan en el suelo la raya definitivita.

Somos

aquí y ahora.



Daniel Macías (Moguer, 1965), es uno de los clásicos poetas de Voces del Extremo y piloto comercial en diversos países y autor de diversos libros de poesía: Las aventuras de Imperio Sevilla (Baile del Sol, 2007), Como nieve en Sevilla (Ultramarina Cartonera y Digital, 2011, Diario de un piloto del desierto (Baile del Sol, 2013, Neuroguerrilla(Colección Voces del Extremo-Ed. Germanía, 2013), Guadalquivivir, Amargord, 2016.

Daniel Macías es un poeta vitalista, es un poeta budista, es un poeta pájaro, es un poeta desierto, es un poeta paraíso, es un poeta de Moguer. 

Daniel Macías, Niño Edén. Edita: Amargord, 2014. Páginas: 111.



Marinero y poeta

quería ser de niño,

y casi acierto

nave y hechizo

atravesando el aire

por el rumbo amable

de las palabras medicina.



“La canción de Niño Edén”

Lo hueco, lo transparente, yo soy lo vacío, la matriz, la mudanza,

y la destrucción de todo, la inteligencia de la materia,

su océano de mitos, su chaparrón de símbolos y signos, el patrón

oculto y manifiesto, sin ir y sin vestir, yo soy la esperanza

y la frustración., lo yermo y lo fértil, el nacido muerto, el absurdo

y el sentido, las estrellas y la negritud, el ojo que la ve,

el pie que distraído aplasta los caracoles, los caracoles, la yerba

de sus estómagos sobre la grava, el o´dio que escucha crujir,

tomo miríadas de formas, yo soy la dicha consciente y sin

soporte que viaja por los cuerpos, serpiente de letras que muda

la piel yo siempre regreso, borracho de amor y simiente, yo

soy niño Edén.



Pablo Müller (Bilbao, 1961), heterónimo de Javier Bermúdez Valencia. Ha colaborado en diversas antologías colectivas. Des de 2011 mantiene el blog Papeles de Pablo Müller.

Pablo Müller, Contra el miedo. Prólogo: Ibon Zubiela Martín. Edita: Amargord, Madrid, 2016. Páginas: 103.

Pablo Müller es un poeta-narrador con sus versos completamente recios y contundentes que nos conducen hacia un lugar de la memoria donde habita el olvido y él con sus palabras recupera un antídoto contra el miedo. Ibon Zubiela Martín, escribe: “Contra el miedo es un libro que se sienta en el tronco del mundo para invitarnos a recordar y a superar nuestros propios miedos, un libro que da un valor real a a vida, más allá de los modelos impuestos. La última trinchera, un ejercicio de memoria comprometida con el pasado, pero también con el presente y el futuro, en contra del olvido y de repetir los errores, instigándonos a andar y a hacernos un poco menos malos, más humanos. Contra el miedo desde el mismo título nos invita a la rebeldía, a no conformarnos con los límites (los propios y los impuestos) y a rescatar el olvido, pero no un olvido vacío de costumbres caducas, sino una memoria vital y llena de sentimientos.”



“brindo por los hombres y mujeres que van soltando lastre. Gsús Bonilla”

Las mujeres en la familia hablaban después y despacio,

y el lugar de sus palabras era la despensa,

los hombres bebían vino,

tomaban café solo y fumaban cigarrillos,

iban a las guerras -las de dentro, las de fuera-

con las voces de las mujeres fabricaban las postas,

-devueltas en los cuerpos de los pichones-

Las mujeres en la familia hablaban

en los funerales, bajito, de los hombres muertos,

antes del tiempo de la palabra tarde,

y en aquellos duelos, noches, llegaban las sonrisas despacio,

después, para quedarse.



“Que la poesía es la palabra calcinada. Daniel Bellón”

A la noche,

con la luz en sombra los dioses se hacen pequeños,

con mis vecinos me encuevo con el miedo de fogata

y aplaudimos la frontera,

con la luz enferma los dioses se esconden,

tras la raya que el dueño mandó marcar,

en ese resto de vacío puede comenzar el poema.



Carmen Maroto (con raíces cordobesas vive en Xàtiva (Valencia).

Carmen Maroto, La saliva de los versos. Prólogo: Julia Gutiérrez. Edita: Pliegos de Palabras-Babilonia Ediciones, Xàtiva, 2015. Páginas: 52.

Los poemas íntimos de Carmen Maroto son como dagas perfumadas de esencias múltiples. como deseos oníricos que fluctúan en el ambiente, como sueños de un tiempo irreal. Versos eróticos, poesía frugal. Versos en fin que tienen el sabor añejo de los elaborados por Vicent Andrés Estellés o Maria Mercè Marçal. Julia Gutiérrez, en el prólogo nos recuerda la sensibilidad poética de Carmen Maroto: “La poesía intimista de Carmen Maroto es un acto de generosidad y honestidad infinito. No puede ser de otra manera ofrecer su sensibilidad con total desnudez. Su lírica posee la adecuación del fondo y la forma con los que mantiene la precisión poética. Sin desviarse ni un ápice, su poesía es profunda como el camino más corto dominando con maestría la palabra oportuna.”



“Amor”

Te debo el frío y el calor

la impaciencia y el desafío,

el escrupuloso camino

de despojarme de todo.

Andar contigo

medio metro

o media vida

-no importa-

lo admirable

es asistir

al milagro.



Hazme el amor

a contraluz

a contracorriente.

Descifra en mi espalda

los escalofríos

-no tengas piedad-

paraliza mis muslos

y come de mí

esta noche.



Antes de ser ceniza

fui llama,

antes de ser llama

fui fuego.



Iosu Moracho Cortés (Pamplona, 1963), es licenciado en ciencias de la Educación, especialista en Pedagogía Terapéutica y maestro de primaria. Ha publicado diversos poemarios: El vuelo del navegante, Nación de sueños, Café Trévere, La muñeca de hierbas y otros poemas de África, Antología de poemas de la madrugada”, etc.

Iosu Moracho, La utopía tiene los pies descalzos. Prólogo. Begoña Abad. Edita: Amargord, Madrid, 2016. Página: 110.

Iosu Moracho es un poeta que hace versos de conciencia crítica, un poeta en la línea de Voces del Extremo. Begoña Abad, en el prólogo, lo manifiesta claramente: “Sigues empeñado, como me consuela saberte así, en ser libertador de pájaros porque sabes de nuestra naturaleza y su fuerza que siempre nos incita al final a un vuelo incierto, pero libre.”



“Galeano”

Pocas semanas más tarde de la muerte del escritor Eduardo Galeano

su compañera Helena Villagra se sorprendía de que cada día

las palabras siguieran llegando.

Ella las barría con cariño y las guardaba en bolsas y paquetes

que luego dejaba en el parque en los bancos donde por las tardes

se juntaban los poetas para componer y recitar sus poemas.

Agradecimientos, peticiones, consultas, escoceduras,

historias encueradas o con una patita rosa, cuentos para acabar,

¿Es que no saben que se ha ido? se lamentaba doña Helena.

Pero las cartas día tras día seguían llegando.

Entonces lo comprendió. Era él quien se las enviaba.

Eduardo Galiano era de los nuestros que nunca iban a morirse del todo.



“Historias”

Verás esto es así.

De pequeño

te cuentan historias

para que te duermas.

De joven

te cuentan historias

para que crezcas.

De adulto

te cuentan historias

para que compres y consumas.

De viejo

te cuentan historias

para que te mueras.



Emilio Pedro Gómez nació en Astorga (León) pero reside en Zaragoza. Ha participado en diversos libros colectivos de educación y pedagogía. Ha publicado los libros de poemas: Heridario y Solamor, ambos en Endymión; y Álbum de rotos (Huerga y Fierro, Editores). Su poesía -según Gabriel Campos- es auténtica, original, ingeniosa, llena de sentimiento y de temblor lírico.” Yo, por mi parte, añadiría que su poesía es directa y, completamente, libre. Poesía profunda marcada por una auténtica estética artística y una ética humanista. En Moguer presentó Motivos de horizonte ilustrado con unas bellas imágenes proyectadas en la pantalla.

Emilio Pedro Gómez, La nieve horizontal de los villanos. Edita: Institución Fernando el

Católico (Zaragoza, 1996). Páginas: 69.



Anida donde elige su memoria

que es olvido.



Su única tarea es

releer

veces de veces

lo perdido.



Del naufragio de olvidos se han salvado

el punto del revés

el ritual de oraciones de la misa

el alfabeto de los dedos

para hablar con Lucinio

más un puñado de poemas

tesoro de palabras encantadas

o misterios gozosos de un rosario

que me desgrana fervosora.

Inicio Cierto día el hada azul…

y ya se atrapa

                        en una carretilla irrefrenable

hasta el último verso

donde aguarda que el público le otorgue

-mis labios a los pies de su deseo.

la sagrada ovación de cada día.



Rafael Calero Palma (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1970), es doctor en Filología inglesa por la Universidad de Granada. Ha publicado libros de ensayo, de narrativa y de poesía. Entre su obra destaca el ensayo Charles Bukowski, estética de un salvaje indecente (Ediciones Osuna, 1999), la prosa y poesía de El llanto, la sangre, el fuego (Ahulia, 2012), la narrativa Un mundo lleno de canciones de amor espantosas (Alhulia, 2014) y, entre otros, el libro de poemasPoemas de destrucción masiva (Alhulia, 2015).

Rafael Calero Palma es un escritor de gran vitalidad y un poeta lleno de energía positiva. Un poeta preocupado por la situación del mundo, pero a la vez optimista.

En su participación en Moguer del 2016 leyó, especialmente, poemas de su libro inédito Ni cobardes, ni caníbales.



“Nos quieren “


Nos quieren en soledad,


 nos tendrán en común.


Nacho Vegas



Nos quieren silencio,

nos tendrán grito de rabia.



Nos quieren oveja que bala,

nos tendrán lobo que aúlla.



Nos quieren sumisos,

nos tendrán en pie de guerra.



Nos quieren ignorantes,

nos tendrán llenos de poesía.



Nos quieren oscuridad,

nos tendrán luz del alba.



Nos quieren hielo gélido,

nos tendrán llamas ardientes.



Nos quieren pasado simple,

nos tendrán futuro perfecto.



Nos quieren amordazados,

nos tendrán verso libre.



Nos quieren derrotados,

nos tendrán invencibles.



Nos quieren en soledad,

nos tendrán en común.




“14 de abril de 1931”



Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros,

la primavera traía a nuestra República de la mano.

Antonio Machado



Era abril y floreció una República.

Las mujeres y los hombres

salieron a las calles

bulliciosas y entusiastas 

y un frenesí rojo, amarillo y morado

se extendió por avenidas y plazas.

La risa corrió

imparable, desbordada, feliz,

dulce y aromática

y miles de voces gritaron al unísono

¡Viva la libertad!

Y ese grito estremeció al mundo entero.

Y aquel día luminoso

se cantaron canciones hermosas

escritas con palabras hermosas.

Y hubo abrazos fraternales y puños en alto

y siquiera por unas horas

el hambre atrasada de siglos

ya no dolió tanto.

Era abril

y en el fondo de los corazones

de miles de personas

aquí                   

floreció

como una rosa roja

la esperanza.



Santiago Aguaded Landero (Lepe-Huelva, 1962),  ha publicado más de veinte libros de poesía y varías antologías, entre otros libros, Pirotecnia, La Alquimia del agua, La Alquimia de la tierra,  La Alquimia del fuego y, en Moguer, presentóLa Alquimia de la Sal. Este último libro publicado por Amargord (2016).

Santiago Aguaded Landero, Pirotecnia, ACAL-Bakri, Huelva, 2015, Páginas: 107.

En el prefacio de su libro Pirotecnia, Aguaded escribe: “A veces mientras caminamos por el laberinto, nosotros mismos crepitamos en el corazón de la gran noche vacía. Solo el minotauro espera, esa bestia, que es hombre, mujer o máscara. Tiene una extraña forma plural conformando el espacio y el tiempo de nuestra propia (in)existencia: el tiempo de la ceniza”.



“Origen del fuego”

El fuego es propiedad del agua.

¿Acaso el hidrógeno no arde?

¿quizá el oxígeno no inflama?

¿Qué esperar pues, de la llama:

su silencioso crepitar en la sombra

o el insomnio purísimo del hielo?

¿Qué estela, qué máscara oscura

para no desaparecer en el fulgor

indeclinable del fucilazo?

¿Qué súbito fuego en el agua

pone el Punto Final suspensivo…

o la Pregunta siempre inacabada?

De la mudez primera al silencio final

llevamos hogueras sobre los hombros

fuego mojado tras el cristal del sueño

ceniza azul en la eternidad sin palabras.



 Santiago Aguaded Landero en su libro Alquimia de la sal (Amargord, 2016), recoge en 324 páginas poemas de Matías Escalera, W. Szymborska, Claudio Rodríguez, Francis Vaz, Ibon Zubiela, Bernardo Soares, Antonio Crespo Massieu,Laura, Giordani,  Carmen Villoro, Antonio Orihuela, Antonio Machado, Daniel Macías, Eladio Orta, David Trashumante i, entre otros, del propio autor de la recopilación SAL (Santiago Aguadede Landero).



“Poema de la sal” de Laura Giordani (Córdoba-Argentina, 1964) del libo Noche sin clausura (Ed. Amarrgord).

¿En que lugar nos alzamos

a implorar la sal?

La sal para surcar la senda

oblicua de la noche y no perderse,               

la sal para encender la sed

del mundo y volver a convocar

la lluvia, esa sal que nos abandona

con cada parpadeo,

la sal sin mesura,

para resucitar este pan reseco

de palabras, estas espigas

condenadas antes de asomar.



Para finalizar este apartado de presencias poéticas en Moguer me citaré a mí mismo que, en años sucesivos, he presentado en Moguer los libros: Balada dels temps difícils / Balada de los tiempos difíciles, prólogo de Antonio Orihuela, edición de Amargord, 2014, 285 páginas; y Sin bandera, editado por Calúmnia, 2016, 140 páginas.

Ferran Aisa Pàmpols (Barcelona, 1948), escritor y periodista cultural. Mi obra està diseminada en una trentena de libros de historia, ensayo y poesía. He obtenido el Premio Ciudad de Barcelona de Historia por el libro Una historia de Barcelona, Ateneu Enciclopèdic Popular, 1902-1999, y he colaborado en las páginas y suplementos culturales de periódicos como Diario de Barcelona, Avui, La Vanguardia, El Punt Avui, Solidaridad Obrera, Catalunya, etc. Entre mis obras destaca la biografía que escribí con Mei Vidal, Joan Salvat-Papasseit, 1894-1924; el ensayo La cultura anarquista a Catalunya y CNT, la força obrera de Catalunya; y, entre otros, Montjuïc, la muntanya del poble. En el campo de la poesía he publicado diversos libros como Rambla del Raval (Emboscall, 2003, Calidoscopi (Emboscall, 2005), Terra de pas (Fonoll, 2008), Balada dels Ravals (Pont del Petroli, 2014) i los dos citados anteriormente

Antonio Orihuela escribe en el prólogo de Baladas de los tiempos difíciles: “Hay, en Balada de los Tiempos Difíciles,mucho de filosofía de barrio humilde barcelonés, de educación sentimental acunada por las canciones de la radio, por el rumor del mar y el olor del puerto y las sirenas de los barcos. Ferran escribe de su tiempo, pasea por las estrechas calles llenas de recuerdos donde se suceden putas, obreros, juegos, peleas, amores, caras conocidas que fueron barridas por el tiempo y han sido sustituidas hoy por una abigarrada mezcolanza de inmigrantes que se buscan la vida entre la miseria y la expectación de un mundo globalizado. En esas calles del Raval, Ferran trata de encontrar sus raíces personales, familiares, vivenciales, pero todo ha sido borrado; y ahora, curiosamente, él es el extraño. Su casa ha sido destruida, su calle fagocitada por una nueva rambla, nada queda allí más que sus recuerdos: la A pintada dentro de un círculo, los sueños de libertad, las banderas que alentaban la revolución… todo ha desaparecido…”

De este libro es el poema “Rambla del Raval”:

           

No derrumben mi casa

                                                           vieja, había dicho.

                                                           No derrumben mi casa.

                                                                       Javier Heraud

                                                                 

Han abierto la Rambla del Raval para que la brisa

se paseé entre la gente que añora los rincones

donde la luna dormía la verbena de los enamorados.

han abierto una Rambla en el corazón del Raval

y los árabes toman el sol bajo las palmeras,

han abierto una Rambla...,

y ahora arreglan las fachadas comidas

por el tiempo y la metralla

de una guerra que parece muy lejana.

Han abierto una Rambla en el corazón del Raval

y no sé si estoy en Marruecos o en Senegal,

ando entre tenderos pakistanís

y peones y transeúntes subsaharianos.

Suena música de la India, de Argelia,

hay mujeres que pasean con velo,

hombres morenos de pelo azabache,

y restaurantes para comer “falafel”;

viejos de barba blanca, turbante y chilaba

que se saludan en el nombre de Alá,

se llaman Mohamed, Rachid, Mustafá,

y van a la Mezquita y celebran el Ramadá.

Han abierto una Rambla en el corazón del Raval

para que se mezcle la gente,

etnias y culturas diferentes

andan por el nuevo paseo...

Hijos del desierto, la selva y la globalización,

hijos de las “pateras” y la miseria,

inmigrantes sin papeles

cuchillos afilados de la desesperación,

caminos desesperanzados...

Vuelvo al barrio y no encuentro mis raíces,

gente extraña, en la calle donde nací,

me mira como si yo fuese el extraño,

han abierto una Rambla...,

han destrozado un “imaginario”,

han destruido la casa,

no ha quedado ni el nombre de la calle,

me han dejado huérfano...,

y ahora soy el extranjero

que anda buscando

los sueños perdidos de aquel niño

que despertaba a la vida

en las calles del Raval.



De Sin bandera son los poemas “El loro de Moguer” i “Sin bandera”



“El loro de Moguer”

En Moguer no solamente vive Platero

de Juan Ramón Jiménez,

también hay un loro socialmente avanzado

de la Peña Flamenca

que canta el himno del Barça,

y dice el camarero,

que nos sirve las cañas

y unas tapitas,

que también se sabe

el Hala Madrid

y el himno del Huelva.

El loro eso lo hace

según le caigan de simpáticos

los clientes apoyados en la barra

y oiga el acento en que hablan.

El loro de Moguer

también silba fandangos

y habla por los codos

y pronuncia en cada frase

palabras soeces,

pero también dice versos

de conciencia crítica

se le ha pegado de oír

a los poetas de Voces del Extremo.

por ejemplo, Antonio Orihuela:

“No nos engañemos

incremento del beneficio empresarial

no significa aumento de puestos de Trabajo

significa incremento del beneficio empresarial.”

Y el loro entonces exclama: cabrón, maricón,

tot el camp / és un clam… Força Barça!



“Sin bandera”

Mi patria es el mundo entero

y mi familia la humanidad,

esto es un eslogan bakuninista

de la Primera Internacional.

Ni Dios, ni amo, ni Rey,

clamaban los anarquistas,

mientras levantaban sus trapos

hijos de la miseria y del amor.

Los tres colores del proletariado:

El negro de la pena y de la muerte.

El rojo de la lucha y de la revolución.

El blanco de la paz y de la armonía.

Trapos como símbolo, no bandera

como sentimiento de Estados y de naciones.

La bandera es la imagen encaramada

de la desunión sagrada del pueblo:

-Yo no quiero alistarme bajo ninguna bandera,

clamaba Joan Salvat-Papasseit,

son los verdaderos distintivos de las grandes opresiones.

Opresiones que ha sufrido el pueblo a través del poder

de Estados, patrias, iglesias y naciones.

Yo, como Salvat-Papasseit, también sin bandera:

-Seré ahora el glosador de la divina acracia,

de la acracia imposible en la vida de los hombres,

que no sientan deseo de una Era mejor.

Y yo como el poeta elevaré mis versos con el propósito

de construir ideas utópicas abiertas a la esperanza

de otro mundo posible donde las mujeres y los hombres

reconciliados con la naturaleza,

aspiren a rehacer, con los pensamientos de libertad,

los caminos fraternales y solidarios

que conducen a la tierra de la anarquía.



Ferran Aisa-Pàmpols

(Barcelona, 1 de setiembre de 2016)