domingo, 20 de junio de 2010

Nana para Celia Manuela
(que vino al mundo a mitigar tristezas)


Aquel llanto sonoro
quebró la madrugada
inundando de dicha
el nuevo amanecer.

Y las mismas palomas
que ayer revoloteaban
en triste despedida
se tornaron pañuelos
para enjugar los ojos
de lágrimas radiantes.

Celia Manuela, niña,
llegaste con el alba
a mitigar lamentos
que del alba brotaban.

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