Nana para un niño nómada
No tiene casa mi niño
ni cuna para que sueñe.
Está llorando en silencio
y su llanto me estremece.
Un caudal de mariposas
le va cubriendo su cara
y son mis trémulos labios
las redes que las atrapan.
Duérmete, bello lucero,
en los brazos de tu madre,
que está llegando la noche
y viene para asustarte.
Duérmete hasta el alba, hijo,
duérmete, mi cielo, duerme,
que el trinar de la mañana
traeré para que despiertes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario