
jueves, 30 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
Paz y pan
para el niño ofendido.
Pan y paz para el niño indigente.
En todos los confines,
desde el trigo a la nieve
desde la sierra al llano,
pan y paz para la infancia.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
CITARÉ
María, este poema para ti, porqué tu me lo pediste y a ti nada puedo negarte.
Citaré a todas las estrellas olvidadas,
a todos los barcos sin timón y a todas las sirenas
clandestinas que cruzan las fronteras sin papeles.
A todas las veredas y a los nómadas descalzos,
a todos los mendigos que rinden su mirada a la limosna,
y a los niños de la calle, citaré.
Citaré a todos los sin techos de estómagos vacíos,
a los ojos sin lágrimas de pestañas quemadas por el llanto,
al viejo sin pensión y a los sin almas,
a los locos taciturnos y melancólicos de turno,
a las ratas, al gato sin uñas que mora en los arrabales del verso
al perro callejero carente de nombre y de caricias.
Los citaré a viva voz como ancestral juglar, sin cartas ni teléfono,
a viva voz, con palabras directas como dardos, sin adornos,
mirándoles la cara como tú siempre lo hacías.
Y si de todos los citados alguno se digna venir, le diré
que estoy triste, que no encuentro palabras que me alienten,
le diré que en agosto sembraste crisantemos,
que te fuiste a pecho descubierto con un verso en bandolera,
que rompiste la corbata que oprimía tu libertad,
que tu alma carece de ataduras.
Si tan sólo uno se digna a presentarse, le diré que te fuiste
con Bukoswki, le diré, Martín, que aquí sobre esta tierra
dejaste antes de irte un verso y un abrazo para ellos.