domingo, 1 de agosto de 2010

Nana del niño que hizo
llorar a una estrella

En el jardín de los sueños
vertió su llanto una estrella;
le daba envidia mi niño
cuando jugaba a la rueda.

Mi nene va en un barquito
navegando hacia la tarde
y lleva como vigía
los ojitos de su madre.

El timón de chocolate,
las velas son de algodón,
el agua que besa el barco
es nieve blanca de amor.

Mi cielo ya está soñando
con charquitos de agua clara
y aunque moja sus zapatos
su madre no le regaña.

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