jueves, 10 de abril de 2014

Ser pobre entre los pobres

Si sueñas una noche con ser pobre
entre millones de personas pobres
en los países pobres de la tierra,
abandona tu casa confortable
y construye una choza
con nervios de palmera
revestidos de arcilla.
Pon un techo de paja,
sin puertas ni ventanas,
sin lavabo ni baño ni cocina.

Olvídate de sillas o de camas;
un pequeño rincón para extender la estera
y dormir entre cabras y gallinas.

Despréndete del coche y de la tele,
prescinde de la luz y del teléfono,
del gas y agua corriente.
Suprime lavadora y frigorífico,
-países tropicales con más de 30º-.
Reparte tu ropero tan selecto
y ponte sus harapos, los mismos cada día
que se caen a pedazos sin lavado ni plancha.

No busques cuando enfermes hospitales
ni farmacias de guardia,
porque no existen médicos ni llegan medicinas.

A la hora de comer no busques restaurantes
ni siquiera una tienda que venda bocadillos.
Su incierto pan diario
tal vez alguna fruta recogida en la selva
o las duras raíces a la tierra arañadas,.

Después de esta experiencia, ¿seguiremos
hablando de igualdad y justicia?

Miguel Combarros.

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